Este proyecto de fotografía de interiores lo realizamos para Igloo Estudio, responsables de la imagen gráfica de este nuevo local en el centro de Huesca. Tanto el estudio de diseño como el propio bar comparten ubicación en la ciudad, lo que permitió un trabajo coordinado y cercano entre todas las partes.
Nuestro objetivo fue capturar la personalidad del espacio, destacando la propuesta estética del diseño gráfico y su integración con el interiorismo del local. A través de composiciones cuidadas y el uso preciso de la luz, generamos imágenes que reflejan tanto la funcionalidad como la atmósfera del lugar.
Este tipo de encargos, en los que se unen diseño gráfico, arquitectura y fotografía, son una oportunidad para mostrar cómo la identidad visual de una marca puede extenderse al entorno físico de forma coherente y atractiva.